Los alimentos funcionales no solo aportan los nutrientes clásicos y/o esenciales, sino que también contienen numerosos fitoquímicos que contribuyen al mantenimiento de una salud óptima.
El Consejo de Nutrición y Alimentación de la Academia de Ciencias de los Estados Unidos los define como:
Por otra parte, ILSI (International Life Sciences Institute) los define como:
Alimentos que, por virtud de la presencia de componentes fisiológicamente activos, proveen beneficios para la salud, más allá de la acción clásica de los nutrientes
Se ha demostrado sus beneficios para la salud, debido a sus altos contenidos de antocianinas y polifenoles, contribuyendo con agentes protectores como antioxidantes, antiinflamatorios, con un potencial terapéutico contra el cáncer.
Es un árbol de la familia Eleocarpáceas, endémico de los bosques subantárticos de Chile y Argentina.
En Chile se distribuye desde la región de Coquimbo hasta la de Aysén desde el nivel del mar hasta los 2.500 msnm. Es muy abundante en la Región de Ñuble. Utilizado ancestralmente en medicina mapuche, actualmente con sus frutos se elaboran productos de fitocosmética, suplementos dietéticos y alimentos funcionales.
El interés y aumento en el consumo de los polifenoles, se debe principalmente a sus propiedades antioxidantes. El Maqui, al igual que otras berries tiene niveles y capacidades antioxidantes más altos en relación con otras frutas y verduras. Este, pertenece a una familia nativa siempre verde de Chile, que se distribuye entre el Limarí (IV Región) y Aysén (XIV Región), tanto en el valle central como en los faldeos cordilleranos, desde cerca del nivel del mar hasta los 2.500 m de altitud. En un sentido más técnico, contienen antocianinas que le dan el carácter de antioxidante, flavonoides de acción antiinflamatoria como la quercitina, vitamina c, minerales, oligoelementos como el bromo, zinc, cloro, cromo, vanadio y molibdeno. Se ha estudiado la capacidad de atrapar especies reactivas al oxígeno que cuando están en exceso pueden causar diversos trastornos de salud, inflamación o envejecimiento.
Inhibe la oxidación de las lipoproteínas como el LDL y el extracto de su fruto presenta un mayor y alto contenido de polifenoles superiores incluso a los presentes en el jugo de la uva, fresa, arándanos, frambuesa u otro de alto valor nutricional como el Açaí. Sus propiedades, aún estudiadas, podrían prevenir o curar dolencias oftalmológicas, digestivas y más.
El cultivo y desarrollo de productos en base a maqui está ligado a su historia. El pueblo mapuche lo considera un árbol sagrado y por años ha potenciado sus características y propiedades. Popularmente se ha usado en infusiones de sus hojas secas, curando así heridas o controlando la fiebre. Sus bayas se han utilizado para cicatrizar y como diaforético, digestivo, diurético y expectorante. En la cultura aborigen familiar era consumido seco, deshidratado o como chicha, este último como brebaje posterior a la cosecha manual.
La palabra maqui significa bayas negras, su significado proviene del lenguaje de la cultura mapuche, quienes lo consideran una planta sagrada.
Los mapuches consideran al Qüelón (Nombre ancestral del árbol que produce el fruto del maqui), un vegetal sagrado, símbolo de benevolencia, menos que el canelo (Drimys winteri JR. et G. Forster) pero igual que el laurel (Laurelia sempervirens R. et P.), es llevado a todas las reuniones sociales y adorna sin excepción el símbolo religioso, Rehue.
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